Eliseo Barrón, un ingeniero agrónomo dedicado al periodismo

Eliseo Barrón, un ingeniero agrónomo dedicado al periodismo

Inició en la fuente agropecuaria y posteriormente destacó en la nota judicial donde se consolidó como reportero investigador.

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Mar, 26/05/2009 - 14:33

Eliseo Barrón levanta las manos en una competencia de atletismo. Foto: Milenio

Torreón.- Desde pequeño, Eliseo Barrón Hernández siempre mostró su gusto por los medios de comunicación, según relata uno de sus hermanos.

Fue el quinto hijo del matrimonio formado por Don Adelaido Barrón Pérez (qepd) y la señora María de Lourdes Fernández, el cual procreó siete hijos, cuatro hombres y tres mujeres.

Fue la carrera de Ingeniero Agrónomo la que le abrió las puertas del periodismo a este comunicador, quien egresó del Instituto Tecnológico Agropecuario Número 10, ubicado en el ejido Paso del Águila, en el municipio de Torreón.

Eliseo Barrón tras terminar sus estudios, se trasladó a Ciudad Acuña, Coahuila, para probar suerte en el periódico Zócalo, en donde permaneció por más de seis meses.

Después de aprender el oficio del periodismo, regresó a Torreón, su ciudad natal, para dejar su curriculum en la empresa entonces denominada Editorial La Opinión S. A., de la cual a la semana le hablaron para realizarle unas pruebas y de inmediato las pasó, por lo cual ingresó a laborar el día 20 de mayo de 1998.

Se integró a la redacción del periódico La Opinión, hoy La Opinión Milenio y empezó a cubrir las fuentes agropecuarias, de manera destacada.

Su deseo por sobresalir lo llevó a buscar más noticias, hasta que entró a la fuente policiaca, en donde se consolidó como un reportero investigador con sus notas de primera plana.

La primaria la cursó en la escuela del mismo Ejido Paso del Águila, la secundaria la hizo en la Técnica Agropecuaria del Ejido La Concha, mientras que la prepa en el Sistema Abierto del IDEA.

A Eliseo Barrón cuentan amigos y familiares que le apasionaban los deportes, jugaba béisbol y era el cuarto bate por su poder a la hora de pararse en el home. Además practicaba el ajedrez y era un fiel seguidor del Santos Laguna.

Le sobreviven su esposa Judith Ruiz Ortega y sus hijas Ana Sofía y Yamileth de tres y un año de edad respectivamente.

Su familia lo recuerda como una persona muy dedicada, hogareño y quien pertenecía a la religión cristiana Bautista.

Redacción

http://www.milenio.com/node/221419