por Ana Torres
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El Estado debe garantizar protección a los periodistas que cubren temas de narcotráfico y crimen organizado pues, cuando la prensa no opera por temor, se genera el campo de cultivo perfecto para que estas organizaciones hagan lo que quieran, dijo Catalina Botero, Relatora Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH-OEA)
Al impartir el Seminario para Periodistas “Sistema Interamericano. Libertad de Expresión y Acceso a la Información Regional ”, llevado a cabo en la Universidad Iberoamericana (UIA) Ciudad de México el 19 de abril, la especialista mencionó que estos sectores ilegales necesitan clandestinidad para poder operar, así que la prensa crítica y analítica representa su peor obstáculo.
La Relatora explicó que el crimen organizado tiene el dinero suficiente para infiltrarse en los medios de comunicación y entre los funcionarios, por ello el Estado debe implementar los mecanismos necesarios para evitar la corrupción.
Voces de los reporteros convocados manifestaron su pesar por la falta de protección de los mismos medios hacia sus trabajadores quienes en el trajín de informar, se ven a merced de la violencia y sin ningún respaldo legal o policial. Así también manifestaron que en México existe impunidad extrema que permite a grupos fácticos como empresas, amedrentar y amenazar a quienes se encargan de investigar e informar sobre las corruptelas de cuello blanco.
La relatora Botero, expresó que si bien los bloggeros enriquecen el discurso público, no sustituyen a la prensa porque ésta lo hace de manera profesional, con información comprobada y seleccionada. Indicó que cuando se agrede a un periodista para callarlo se está bloqueando el que la sociedad se entere de lo que debe saber. Por eso es facultad de todos el saber y el expresarse. El derecho a la libertad de expresión es un derecho vinculado al proceso de liberalización democrática, y el derecho de acceso a la información es el de enterarse de lo que pasa con los recursos públicos y controlar la dimensión de este poder.
En cuanto al derecho a la libertad de expresión indicó que la CIDH tiene estándares mínimos como la prohibición de la censura previa y la censura indirecta, además se inscriben claramente los discursos protegidos por esta Convención como son el discurso religioso (si este no incita a la violencia sobre otros cultos), el discurso de orientación sexual, y el que se deriva de la observación de actividades de funcionarios públicos.
Asimismo dijo que el debido proceso penal, el respeto a la honra y a la dignidad de las personas, y la apología de la violencia entre otros, son temas limitantes a la libre expresión.
Sobre el tema de la "real malicia" al que puede acogerse un funcionario público cuando arguye que se afecta su honra con algún comentario o noticia, es necesario probar que el autor de dicha información la difundió a sabiendas de que es mentira o por una flagrante negligencia, ya que el daño al honor es un bien jurídico protegido.
Recalcó que para establecer límites e imponer sanciones a un periodista es necesario que exista una ley que sea compatible con el principio democrático de una sociedad. Aunque enfatizó que todo límite a la libertad de expresión debe estar estipulado en la ley.
En el tema de la información que imputa delitos a alguna persona, indicó que el reportero tiene derecho a presentar hipótesis o sospechas de delitos pero de ninguna manera a imputarlos, ya que la imputación falsa es una violación al derecho de libre expresión y perjudica el derecho a la presunción de inocencia de las personas.
Señaló que el derecho penal de ninguna manera puede ser usado en materia de libertad de expresión ya que es totalmente desproporcionado, para ello están las sanciones civiles que deben ser adecuadas a la falta, señaló.
Sobre la censura, dijo que el silenciar voces críticas y privilegiar voces amigas es un ejercicio que se debe eliminar, y debe regularse el tratamiento de la publicidad oficial, así como las revisiones fiscales "sorpresivas" ya que estos son mecanismos ordinarios del Estado para la represión extraordinaria, lo que denominó censura sutil.
Calificó de círculo vicioso que se debe romper el que un reportero se vea obligado a vender publicidad ya que la separación entre la información y la parte comercial es una condición importantísima para una prensa libre.
La importancia de la libertad de expresión
No es simplemente un derecho más, es un vehículo para ejercer otros derechos como el de acceso a la información, el derecho para controlar la dimensión del poder público. Es esencial en una sociedad que aspira a formar ciudadanos libres, cuya titularidad la puede ejercer cualquier persona.
Expertos en Derechos Humanos acordaron en el seminario que el asedio del crimen organizado hacia los medios informativos representa una amenaza para la libertad de expresión, elemento fundamental para el desarrollo de la democracia.
Entorno a esto, el Embajador Urs Breiter explicó que el libre acceso a la información y la libertad de expresión son la clave para el desarrollo de un país, por ello la tarea de promover y garantizar estas prácticas es competencia internacional.
La libertad de expresar y publicar información es necesaria para que la ciudadanía conozca sus procesos, genere un debate y pueda tomar decisiones inteligentes, destacó el representante de Suiza.
A la inauguración del seminario organizado por el Departamento de Comunicación de la UIA , la CIDH-OEA , la Red Iberoamericana de Periodistas por la Libertad de Expresión y los Derechos Humanos (RIPLEDH) y la Fundación Prensa y Democracia, asistió el Embajador de Suiza, Urs Breiter; Ivett Navarro, presidenta de RIPLEDH; José Buendía, director ejecutivo de la Fundación Prensa y Democracia, Alejandra Nuño, Cuarta Visitadora de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), y Érick Fernández, académico del Departamento de Comunicación de la Ibero.
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