En Acapulco, Guerrero
Por: Redacción Excélsior
07/04/2007
Amado Ramírez Dillanes, corresponsal de Televisa y conductor del noticiero local Al Tanto, fue ejecutado a las afueras de las instalaciones de Grupo Acir, en la zona tradicional de Acapulco, Guerrero.
Esto ocurrió en uno de los días más violentos de lo que va del año. En dos estados del norte se registraron sendas masacres: en Tamaulipas, cinco personas fueron asesinadas, y en Sinaloa, la noche del jueves, se perpetró una matanza en Guasave, donde cinco personas fueron ultimadas. En tanto, en Chihuahua, se registraron tres homicidios. Con estas catorce muertes suman 598 fallecimientos violentos en 2007.
En el homicidio del comunicador en Acapulco, según un testigo que pidió conservar el anonimato, el conductor salió de la estación de radio y se dirigía a su automóvil, Ford Focus color negro placas HAM5213, cuando fue interceptado por un sujeto que se le acercó y le disparó a quemarropa.
Según las autoridades se trató de cuatro disparos de una pistola calibre .38 super.
Luego de la agresión, el periodista trató de ingresar al hotel California Inn, ubicado a unos metros de la radiodifusora, pero cayó tendido en la entrada del establecimiento.
A pesar de que se pidió el auxilio de una ambulancia, ésta y las autoridades tardaron 25 minutos en llegar; Ramírez murió en el sitio.
Minutos después de los hechos, elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), de la Policía Ministerial y de la Policía Preventiva se presentaron en la zona.
Casi dos horas después de la ejecución, cerca de las 21 horas, el cuerpo fue levantado por el Ministerio Público.
A principios de febrero, tras el doble atentado que sufrió personal de la Procuraduría del Estado, donde murieron seis funcionarios, el Sistema de monitoreo de las autoridades, denominado C-4, recibió una llamada telefónica anónima que afirmó: "ahora siguen periodistas de radio y televisión y 20 más".
La Secretaría de Seguridad Pública federal mandó un grupo de escoltas al corresponsal en Taxco de la misma empresa, quien también ha recibido amenazas de muerte, y fue trasladado a un lugar seguro.
Amado Ramírez, en febrero de este año, dentro de una plática informal entre reporteros tras una jornada de trabajo, casi a la media noche de un jueves, reconocía lo difícil de ser periodista y afirmó que la amenaza que llegó al C-4 podía alcanzar primero a los representantes de los medios de comunicación que estaban en el puerto de Acapulco.
En tanto, un agente del Ministerio Público Federal colaborará en las primeras investigaciones, en representación de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos en Agravio de los Periodistas, de la PGR.
Si el asesinato está relacionado con el crimen organizado, las investigaciones pasarán al ámbito federal, a cargo de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada.
Por: Redacción Excélsior
07/04/2007
Amado Ramírez Dillanes, corresponsal de Televisa y conductor del noticiero local Al Tanto, fue ejecutado a las afueras de las instalaciones de Grupo Acir, en la zona tradicional de Acapulco, Guerrero.
Esto ocurrió en uno de los días más violentos de lo que va del año. En dos estados del norte se registraron sendas masacres: en Tamaulipas, cinco personas fueron asesinadas, y en Sinaloa, la noche del jueves, se perpetró una matanza en Guasave, donde cinco personas fueron ultimadas. En tanto, en Chihuahua, se registraron tres homicidios. Con estas catorce muertes suman 598 fallecimientos violentos en 2007.
En el homicidio del comunicador en Acapulco, según un testigo que pidió conservar el anonimato, el conductor salió de la estación de radio y se dirigía a su automóvil, Ford Focus color negro placas HAM5213, cuando fue interceptado por un sujeto que se le acercó y le disparó a quemarropa.
Según las autoridades se trató de cuatro disparos de una pistola calibre .38 super.
Luego de la agresión, el periodista trató de ingresar al hotel California Inn, ubicado a unos metros de la radiodifusora, pero cayó tendido en la entrada del establecimiento.
A pesar de que se pidió el auxilio de una ambulancia, ésta y las autoridades tardaron 25 minutos en llegar; Ramírez murió en el sitio.
Minutos después de los hechos, elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), de la Policía Ministerial y de la Policía Preventiva se presentaron en la zona.
Casi dos horas después de la ejecución, cerca de las 21 horas, el cuerpo fue levantado por el Ministerio Público.
A principios de febrero, tras el doble atentado que sufrió personal de la Procuraduría del Estado, donde murieron seis funcionarios, el Sistema de monitoreo de las autoridades, denominado C-4, recibió una llamada telefónica anónima que afirmó: "ahora siguen periodistas de radio y televisión y 20 más".
La Secretaría de Seguridad Pública federal mandó un grupo de escoltas al corresponsal en Taxco de la misma empresa, quien también ha recibido amenazas de muerte, y fue trasladado a un lugar seguro.
Amado Ramírez, en febrero de este año, dentro de una plática informal entre reporteros tras una jornada de trabajo, casi a la media noche de un jueves, reconocía lo difícil de ser periodista y afirmó que la amenaza que llegó al C-4 podía alcanzar primero a los representantes de los medios de comunicación que estaban en el puerto de Acapulco.
En tanto, un agente del Ministerio Público Federal colaborará en las primeras investigaciones, en representación de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos en Agravio de los Periodistas, de la PGR.
Si el asesinato está relacionado con el crimen organizado, las investigaciones pasarán al ámbito federal, a cargo de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada.
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