AFP
23 de noviembre de 2006
La Jornada
23 de noviembre de 2006
La Jornada
La periodista mexicana Sanjuana Martínez, quien publicó recientemente un libro en el que se denuncian casos de pederastia en la Iglesia católica de su país, informó el miércoles a Afp que teme por su vida, por amenazas de muerte recibidas por vía telefónica.
"Llevaba 20 años fuera del país, tengo apenas unos meses y desde la publicación del libro (a principios de noviembre) ya he sido amenazada de muerte; además, durante semanas varios automóviles me han seguido en un intento por intimidarme", explicó Martínez.
La periodista es autora de El manto púrpura, un texto en el que se expone que el cardenal primado de México, Norberto Rivera, ha encubierto al sacerdote Nicolás Aguilar, acusado en Estados Unidos de haber abusado sexualmente "en tan sólo nueve meses a 26 niños en 1987", explicó.
"Las democracias se miden por la protección a sus periodistas, ahora la Iglesia católica mexicana ha tomado el camino fácil de intentar matar al mensajero, cuando el problema no es mi libro sino los delitos que algunos sacerdotes cometen, y la impunidad que reina en este país", agregó Martínez.
"Responsabilizo a Norberto Rivera de lo que pueda pasarme a mí y a mi familia, yo no soy una heroína, sólo hago mi trabajo al entrevistar a las víctimas de abuso sexual", enfatizó la autora.
Martínez centra su libro en el caso de un joven, Joaquín Aguilar, quien presuntamente fue abusado sexualmente por el sacerdote mexicano Nicolás Aguilar.
En septiembre pasado, la víctima presentó una demanda civil en Estados Unidos contra de Norberto Rivera, acusándolo de encubrir los casos de pederastia.
Según lo expuesto en la querella, el cardenal mexicano se entrevistó hace años con los familiares de los niños abusados para convencerlos de que "perdonaran" al sacerdote.
"La actitud de la Iglesia católica en México es proteger a los curas pederastas moviéndolos de parroquia en parroquia o incluso de país.
En el caso de Nicolás Aguilar, ellos (la jerarquía eclesiástica) saben dónde se esconde y no quieren colaborar con la justicia", lamentó la periodista.
En un reportaje especial publicado por La Jornada, la reportera escribió: "La intervención de Rivera Carrera fue decisiva para dejar impunes los crímenes de Aguilar Rivera, quien aún ostenta su ministerio sacerdotal y vive tranquilamente entre Puebla y Morelos".
Y agrega, que tan lo encubre, "que las víctimas al ir a denunciar al cura afirman haber tratado con el cardenal Rivera, quien personalmente recibió a los afectados."fd
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