sábado, septiembre 30, 2006

"La impunidad impide frenar crímenes del narco contra periodistas en México": Diana Daniels

Urge a que las autoridades investiguen los casos y hagan justicia.
Opina que el nuestro es uno de los países más peligrosos para la labor informativa sobre tráfico de drogas


Alejandro Torres
El Universal
Viernes 29 de septiembre de 2006
México es uno de los países más peligrosos para la cobertura periodística de temas relacionados con el narcotráfico, afirmó Diana Daniels, presidenta de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), quien advirtió que la impunidad de los asesinatos y del secuestro de reporteros es uno de los factores que impiden frenar ese tipo de crímenes.

La vicepresidenta y consejera general de The Washington Post aseguró en entrevista con EL UNIVERSAL que el continente americano es una región hoy en día de claroscuros para la libertad de prensa, pues mientras en algunos países se promulgan leyes para asegurar el derecho de los ciudadanos a la información pública, en otros persisten amenazas a periodistas independientes y críticos de los gobiernos, o de ser encarcelados por no revelar sus fuentes de información.
Daniels, quien es abogada y ha tenido a su cargo los asuntos legales del prestigiado diario estadounidense, también puntualizó la necesidad de que los periodistas asuman con responsabilidad su rol que, dijo, tienen como cuarto poder.
Asimismo, advirtió que en algunos casos los periódicos corren el riesgo de incurrir en conflicto de intereses, al reportar ciertos temas, por ejemplo, los relacionados con el gobierno. A veces, indicó, la permanencia de un medio depende de la publicidad gubernamental, y eso puede afectar la imparcialidad de su información.
La charla con este diario ocurre en el marco de la 62 asamblea general de la SIP, durante la cual se darán cita en la capital mexicana intelectuales, académicos y periodistas de Europa, Asia y América, para discutir sobre temas relacionados con el quehacer del periodismo en la era digital. Además, se presentarán los informes, país por país, sobre la situación que guarda la libertad de prensa.
-¿Cuál es su diagnóstico sobre la libertad de prensa en el continente americano?
-Hay zonas luminosas y zonas oscuras. En varios países hay una tendencia a promulgar leyes para permitir el acceso a la información gubernamental a los ciudadanos. Por otro lado, hemos trabajado con los gobiernos de México y Colombia sobre temas de impunidad. La situación en Cuba sigue muy difícil, porque todavía hay 24 periodistas independientes encarcelados en condiciones terribles, muchos de ellos sufriendo problemas de salud graves.
También la situación en Venezuela es muy preocupante. Los periodistas y los periódicos están preocupados por las acciones del gobierno. Por ejemplo, uno de los vicepresidentes de la Sociedad Interamericana de Prensa, David Natera, del diario Correo del Carioni, ha sido una voz independiente y crítica del gobierno, y como consecuencia de ello, el gobierno local, aliado del federal, ha amenazado con tomar el periódico y destruirlo.
-¿Cuál es la situación de la prensa en Estados Unidos a partir de la guerra contra el terrorismo?
-A pesar de la guerra contra el terrorismo, los periodistas en Estados Unidos disfrutan probablemente la mayor libertad de prensa en el mundo. Eso no quiere decir que no haya problemas.
Preocupa que los reporteros han estado más presionados por el gobierno para revelar sus fuentes de información, sobre todo en los casos relacionados con la guerra contra el terrorismo y la seguridad nacional. Varios periodistas han tenido que elegir entre revelar sus fuentes o ir a la cárcel por desafiar a la Corte.
-¿Qué opina de las críticas hacia los periodistas estadounidenses que en la guerra contra el terrorismo han pasado de ser perros vigilantes a perritos falderos del gobierno?
-No comparto esa opinión; muchos periódicos reportan los problemas que hay respecto al gobierno y la guerra contra el terrorismo. Por ejemplo, The New York Times ha reportado las prisiones secretas que algunos países de Europa facilitaron a la CIA y sobre la forma en que los sospechosos fueron extraditados para ser interrogados, y al gobierno no le gustó nada eso.
Además, todos los días se reporta el número de civiles que son asesinados por soldados en Irak.
-¿Cuál es la situación de riesgo para los periodistas en el continente, y en particular con el tema del narcotráfico?
-Desafortunadamente, México es uno de los países más peligrosos para los periodistas que cubren temas sobre narcotráfico. El narcotráfico es un problema que no tiene fronteras y no se limita a las fronteras de México ni es sólo asunto de Colombia o de Bolivia o Brasil.
Cada 6 meses, cuando la SIP realiza su reunión, se leen los nombres de los periodistas asesinados, y diría que la mayoría de los casos están relacionados con sus reportajes sobre narcotráfico, y este problema está creciendo.
-¿Cómo pueden los periodistas defenderse de estas amenazas?
-Por un lado, hacer que los gobiernos investiguen seriamente cuando ocurra un caso. Ése es uno de nuestros proyectos prioritarios en la SIP: que las autoridades persigan los casos cuando los periodistas son asesinados o secuestrados por los narcotraficantes.
Antes era muy fácil para los gobiernos no investigar acuciosamente, pero diría que una de las maneras de prevenir que los periodistas sean asesinados o amenazados de cualquier forma, es que los gobiernos investiguen y hagan justicia.
También los periodistas pueden tomar acciones. Hemos organizado encuentros de reporteros para compartir técnicas para cubrir estos temas.
-¿Cómo definiría la responsabilidad del periodista en estos tiempos?
-En noviembre reuniremos a periodistas, académicos y funcionarios gubernamentales para pensar sobre el rol de la prensa en sociedades democráticas, sobre la ética y los valores que el periodismo debe tener en nuestras sociedades.
Es importante para los periodistas tomar muy seriamente el rol que tienen como cuarto poder. La libertad de prensa es un derecho humano básico, que pertenece no a los periodistas, sino a la gente.
Es muy importante que los periodistas sean muy cuidadosos de no incurrir en conflicto de intereses. Es difícil porque cuando los periódicos dependen de la publicidad oficial, pueden ser amenazados de que no tendrán recursos si publican ciertas informaciones. Así que es importante ser objetivo, no tomar partido, sino escribir las dos partes de una historia.

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